Las nuevas tecnologías y los nuevos tiempos han fomentado nuevas formas de vida y también la aparición de nuevos puestos de trabajo, como el teletrabajo o trabajo desde casa, influido en gran parte por los cambios demográficos. Sin embargo este tipo de empleos también generan numerosos conflictos ya que sus características y su forma de regularlo no son del todo claras. Es el caso de un nuevo y polémico empleo, el de los repartidores o riders, pero también de otras profesiones en la que se produce prácticamente la misma situación: los trabajadores son falsos autónomos.
El fraude de los falsos autónomos
Este concepto es el nuevo objetivo de la Inspección de Trabajo. Muchas empresas han decidido contratar para ciertos trabajos a personas dadas de alta como autónomos. Sin embargo en muchas ocasiones, este autónomo es en realidad un falso autónomo, pues realiza trabajo cuenta ajena, pero las partes lo definen como trabajo cuenta propia. Además, esta persona reúne los requisitos de trabajo cuenta ajena. Por ejemplo, el domicilio empresarial, el horario, la dependencia o las herramientas de trabajo.
El abuso de las condiciones contractuales conlleva que se implemente una normativa y la Inspección de Trabajo se haya puesto en marcha para combatir esta situación.