Un accidente de tráfico en Barcelona hace menos de una semana. Un ciclista resulta atropellado por un camión de la limpieza, falleciendo a consecuencia del impacto. Apenas estrenada la veintena un nepalí encuentra el final de su ciclo vital sobre el asfalto de la calle Balmes, con una mochila de Glovo en la espalda y en situación administrativa irregular. Irregular en lo laboral y en lo administrativo. Pero eso no hace que el accidente deje de ser laboral, ni el fallecido deje de tener la condición de trabajador.
El fallecido carecía de documentación que le permitiese trabajar en España. Ni por cuenta ajena, ni por cuenta propia. Estaba realizando tareas de “colaboración”. Es colaboración porque en Glovo no se trabaja, se colabora voluntariamente empleando el tiempo libre haciendo deporte en trayectos determinados, en condiciones tales que se genera cierta compensación económica gracias a llevar una mochila de un lado a otro mientras se disfruta de dicha práctica deportiva. Además, se fomenta la superación y la salud cardiovascular estableciendo tiempos determinados para recorrer dicha distancia. Es una mezcla entre una pulsera de Fitbit, una caza remunerada de Pokemon con una aplicación que convierte los objetivos en dinero, los likes de los receptores de los paquetes en una mejor posición para emprender nuevas y mejores rutas, y un proyecto medioambiental para reducir la polución en las grandes ciudades reduciendo el uso de vehículos propulsados por combustibles fósiles. Lo de tener que darse de alta en autónomos es una anécdota para driblar a la legislación española, que está obsoleta, y no deja margen a la iniciativa empresarial. Con este ropaje apasionante de siglo XXI comprometido y moderno se vende un sistema de mensajería low cost, despiadado y voraz, donde el coste reducido cae todo del mismo lado: el del repartidor. Que ya no son currantes, son riders, jinetes libres y modernos que van en su bicicleta, o en patines, hacia la puesta de sol.
Lo de tener que darse de alta en autónomos es una anécdota para driblar a la legislación española, que está obsoleta, y no deja margen a la iniciativa empresarial.
Desde el punto de vista del derecho laboral, lo ocurrido es un accidente de trabajo. Glovo pide para darse de alta en su plataforma “colaborativa” de rutas de desplazamiento con mochila, que quien lo haga esté dado de alta en el régimen de la seguridad social como autónomo, con un seguro privado (que ahora parece que no existe). La aplicación asigna más trabajo a quien muestra más disponibilidad horaria y es más rápido. Forzar el algoritmo de asignación es más fácil en grupo. Como resultado, es práctica habitual que quién puede tener una cuenta cumpliendo con los requisitos legales la “alquile” a otras personas que no pueden cumplirlos (inmigrantes sin papeles, personas que han sido declaradas insolventes, menores de 18 años que no pueden trabajar por la noche, beneficiarios de ayudas sociales …). Explotar una cuenta de Glovo entre varios es una práctica extendida y fomentada por el método de trabajo, que pivota sobre un control absoluto sobre el servicio y una despreocupación intencionada sobre cómo consigue el repartidor trabajar 22 horas al día sobre una bicicleta.
La ley de extranjería establece un permiso peculiar, el permiso por circunstancias excepcionales de arraigo laboral, que pide como requisitos haber permanecido con carácter continuado en España durante un periodo mínimo de dos años y poder demostrar la existencia de relaciones laborales cuya duración no sea inferior a seis meses. Si Glovo se encuentra a todos sus riders en situación administrativa irregular reclamando su condición de trabajadores, aún siendo realquilados, en función del hecho incontestable de que generan ingresos de los que la plataforma se lucra y a los que la plataforma los dirige, y la inspección de trabajo va manteniendo sus criterios… podemos encontrarnos con un proceso de regularización significativo con origen en una sola empresa. A lo que se añadirían unas multas importantes. A la expectativa quedamos.
No te quedes con ninguna duda: si tienes cualquier duda o consulta sobre este o cualquier otro asunto relacionado, contacta con GESTORIA ADMINISTRATIVA MARESME
Fuente: gestores.net
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