Cierre de año fiscal
Tanto la contabilidad como el pago de impuestos representan elementos muy importantes para el funcionamiento de las empresas: al finalizar cada año, normalmente deben realizarse el cierre de año fiscal y el cierre contable para efectos de visualización de resultados, situación general del negocio y, por supuesto, pago de las obligaciones tributarias.
Estos cierres o informes suelen confundir a algunas personas al pensar que son iguales. Sin embargo, no es así: de hecho, para hacer el cierre de año fiscal, antes debe hacerse el cierre contable, el cual consiste en el cálculo final de un ejercicio contable para conocer si hay utilidades o pérdidas para una empresa.
En esta ocasión, vamos a contarte en qué consiste el cierre de año fiscal y las mejores prácticas para llevarlo a cabo.
¿Qué es el cierre de año fiscal?
El cierre de año fiscal es un cálculo ejecutado al finalizar el ejercicio contable de una empresa mediante la confección de un documento donde se reflejen todos aquellos ajustes realizados luego de determinar el cierre contable y se especifiquen las modificaciones necesarias para efectos tributarios o de cálculo de impuestos a la fecha de término del año fiscal.
Como detalle importante a destacar, el año fiscal corresponde a un periodo de 12 meses, el cual puede ir desde el 1 de enero al 31 de diciembre u otro plazo que contemple la cantidad de meses estipulada.
Al determinar este periodo de tiempo, podemos obtener resultados con base en el término del ciclo productivo de una empresa para visualizar realmente cuál fue la ganancia que permitió una correcta recaudación de impuestos.
Si bien acabamos de mencionar que estos ajustes extracontables son —principalmente— para el pago de impuestos, también se pueden realizar ajustes para beneficiar a la empresa, como la inclusión de deducciones, amortizaciones o donaciones, entre otros objetivos.
La idea fundamental es presentar resultados adecuados dentro del marco legal y sin ningún tipo de alteración que no demuestre la verdadera situación de un negocio.
Otro aspecto significativo es efectuar con mucho cuidado tanto el cierre contable como el de año fiscal, especialmente el primero, ya que de existir errores en este se verán afectados los resultados del segundo. En este sentido, llevar una buena contabilidad tributaria es indispensable.
¿Cómo hacer un buen cierre del año fiscal?
Lo más importante es hacer cálculos exactos, considerando cada elemento que intervenga en los resultados y sus efectos.
En virtud de ello, a continuación te presentamos las mejores prácticas para elaborar un correcto y excelente cierre de año fiscal:
1. Verificar la información
Como indicamos anteriormente, asegúrate de que la información presentada en el cierre contable sea adecuada, ya que ese informe será una de las bases para ejecutar el cierre de año fiscal: revisión de valores, clasificación de gastos e ingresos, las cuentas por pagar o cobrar o pérdidas de documentos son solo algunos de los elementos a los que debes poner especial atención.
Asimismo, cerciórate de que la base tributaria sobre la cual calcularás los impuestos no esté sujeta a errores.
2. Estar al tanto sobre cambios legales
Al cierre del año fiscal debes estar muy atento y considerar todos aquellos cambios que puedan haberse producido en materia tributaria para el cálculo de impuestos o cualquier otro tema fiscal que pueda afectar al negocio.
3. Hacer un precierre
Hacer un “ensayo” del cierre de año fiscal puede ser una acción que te ayude a estar más preparado cuando debas elaborar la versión definitiva.
En este «borrador», podrás revisar las operaciones que creas más relevantes para la empresa y ser minucioso en cuanto a qué puntos debes analizar con más cuidado.
También podrás verificar que no te falte ninguna documentación o información relevante para el cálculo final de impuestos.
4. Identificar qué impuestos corresponden
Frente a los entes tributarios, el cierre de año fiscal busca considerar la base imponible sobre la que realmente se deben aplicar los impuestos: por consiguiente, debes conocer cuáles son las declaraciones y obligaciones que debe presentar la empresa para asegurarte de tener todo a mano en cuanto a comprobantes, documentos y transacciones.
5. Digitalizar tu información
Actualmente, existen muchas herramientas tecnológicas que te harán la vida más fácil desde la perspectiva contable: entre otras cosas, estos sistemas te permiten resguardar la información, evitar pérdidas, reducir errores y mantener seguros todos los datos contables de un negocio.
Los software contables son capaces de realizar el cierre de año fiscal al recopilar toda la información que has introducido en estos, realizando cálculos más precisos, un análisis más exhaustivo y un ahorro significativo de tiempo: sin duda, estas soluciones pueden ser de gran ayuda al momento de elaborar el cierre de año fiscal y, seguramente, te evitarán muchos dolores de cabeza.
Por otra parte, los cierres —tanto contable como de año fiscal— son un punto de partida que te permitirá conocer cuál es la situación de una empresa al visualizar los verdaderos resultados obtenidos durante todo un año.
De esa manera, podrás evaluar la existencia de fallas, posibles mejoras y los objetivos y estrategias necesarios para optimizar los resultados del negocio.
¡Hemos llegado al final! Ahora, ya sabes en qué consiste el cierre de año fiscal y las mejores prácticas para llevarlo a cabo. Igualmente, este proceso te permitirá tomar o sugerir decisiones que enmarquen el rumbo de tus clientes y prevenir posibles problemas a futuro, además de conocer los flujos de caja, las ventas en cada periodo u otros detalles que servirán para el crecimiento de los negocios.
Fuente: blog.nubox.com
Contar con una buena asesoría contable y financiera es esencial para el funcionamiento de cualquier empresa. La contabilidad es una técnica que se encarga de registrar, clasificar y resumir las operaciones mercantiles de una empresa o negocio con el objeto de conocer el estado de entrada y salida de capital.
La contabilidad es importante tanto para iniciar un negocio como para desarrollarlo y para el mantenimiento del mismo, de ella va a depender el éxito o el fracaso del mismo.

